miércoles, 9 de septiembre de 2009

Una ley de medios para la distribución de la palabra

"Los que impulsamos esta Ley somos parte una comunidad que ha sido invisibilzada"

Que los diputados estemos a la altura de las circunstancias fue el reclamo de los numerosos expositores de las audiencias públicas realizadas en torno a la aprobación de la nueva ley de medios.
Las posiciones a favor de la ley impulsada por el ejecutivo nacional fueron expuestas por trabajadores, militantes, profesionales de los medios, comunidades indígenas, catedráticos, entre otros.
Esta es la Ley está en debate desde hace más de 25 años, y sobre todo a partir de la realización de los innumerables foros de la comunidad que fueron plasmados por diversas organizaciones alrededor de todo nuestro país con la participación de diversos actores.
Hoy, asistimos a la concreción del ejercicio de un derecho. Los que impulsamos esta nueva ley militamos por el derecho a la información, por la pluralidad de la palabra. Somos parte de una comunidad que ha sido invisibilizada por el monocorde mensaje de los grandes medios.
Este debate muestra a las claras que el consenso es posible cuando, de verdad, se pretende reglamentar sobre el derecho a la palabra. Porque esta ley lleva en su espíritu respetar la pluralidad de sentidos.
Estos sentidos que no son más que construcciones culturales que no se tienen en cuenta a la hora de la fabricación de la noticia y de los relatos que imponen los dueños de la información y de la comunicación.
Estaremos todos a la altura de las circunstancias?
Aquellos que hemos estado en los debates previos a la presentación del proyecto de Ley impulsado por la Presidenta de la Nación, hemos constatado que se han incorporado las demandas de la comunidad. Existe una necesidad jurídica de legislar sobre lo nuevo, sobre los avances tecnológicos, sobre la concentración de la producción de información y mensajes culturales preformativos.
Los que ignoran lo debatido, saben bien que estamos ejerciendo derechos ciudadanos. Son los que han estado ignorando las necesidades de un pueblo que organizado ha llevado la bandera del derecho a la información y la libertad de expresión. Son los que ignoran a los trabajadores de los medios que para su inserción profesional sólo pueden optar por un mercado laboral concentrado.
Son los que ignoran la necesidad de expresarse de aquellos que no entran en la lógica de la información como mercancía, y que sentimos que nuestros sueños siguen silenciados, porque nos siguen expropiando nuestro capital simbólico, nuestra identidad.
Son aquellos que intentan manipular los conceptos de gobierno y estado como una misma expresión, para que el argumento les cierre. Para evitar decir que nuestro Estado es la única institución legitimada para regular por sobre la concentración y el monopolio. Niegan al Estado la capacidad de reglamentar sobre la distribución de la palabra.
Son los que en esta audiencia se les vio la cabellera, pero no estuvieron atentos a las muestras de apoyo al debate en el congreso sino implorando cámara y micrófono.
Mas medios diferentes, mas registros, mas voces, mas trabajo, mas libertad, es la demanda de la comunidad, y nuestro rol como legisladores es estar a la altura nuestra democracia.
Diputados Nacionales: Adela Segarra y Gustavo Serebrinsky

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