A través de un proyecto de declaración presentado en la Cámara de Diputados de la Nación, los legisladores plantearon que el "golpe de estado en Honduras contra el gobierno legalmente electo por la voluntad popular del pueblo, es un hecho que representa un retroceso en la vida democrática del país hermano".
Además manifestaron que “el secuestro del presidente constitucional, es una acción inaceptable para los pueblos de América Latina y del mundo, y está recibiendo el rechazo de la mayoría de los gobiernos, que desconocen la decisión del grupo conspirador en el Parlamento, de sustituir al presidente de Honduras”.
Por otra parte la declaración expresa que “una vez más podemos ver como el ejército es utilizado con fines políticos, vemos como unos pocos gobiernan al pueblo, e intentan suprimir la democracia e imponer una democracia delegativa, donde el pueblo no tiene derecho a más herramienta que el voto popular”. Al tiempo que pronuncia el apoyo al pueblo de esa nación, que “merece vivir libre y con dignidad como todos los pueblos del mundo. Y la solidaridad con los movimientos sociales hondureños, y en concordancia con todas las fuerzas progresistas de nuestra América, al tiempo que exige la inmediata restitución del presidente constitucional Manuel Zelaya.
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