jueves, 2 de julio de 2009

Elecciones, el camino del compromiso

Nuestro reconocimiento y gratitud a las compañeras y compañeros que estuvieron con nosotros fiscalizando la elección del 28 de junio.
Muchas gracias a los militantes, a los incondicionales compañeros de oficios y profesiones varias, amas de casa, médicos, cartoneros, maestros y profesores, albañiles y camioneros.
El 28 de junio asistimos todos a una verdadera prueba de que la democracia argentina está viva, fortalecida y en movimiento. Remarcamos la absoluta normalidad de los comicios, pese al intenso frío de la jornada y los temores generados por esta gripe nueva e importada. Lejos quedaron las denuncias de “fraude” de los opositores, artera maniobra de campaña que desluce a una oposición que tanto manosea al sistema democrático en su conjunto.
Esta, compañeros, es la hora de las convicciones. Que no debieran ser en absoluto contradictorias con la necesidad de articular, abrir y convocar al mayor espacio político posible que ayude a construir los más sólidos cimientos de un modelo nacional que seguirá sosteniendo el rol activo del Estado, las políticas de redistribución de la riqueza y la unidad latinoamericana.
Ahora sí, quedó configurado un nuevo mapa político entre los dos modelos de país sobre el que los argentinos construirán su propio destino, de este lado la fuerza que se expresa en las políticas de inclusión social del Gobierno nacional y allá aquellos que representan claramente al modelo neoliberal privatizador.
Los enemigos de la democracia siempre intentan montar escenarios propicios para frustrar la unidad del pueblo. Habrá que andar con cuidado para no caer en la trampa de los ajenos que muerden y los cercanos que ladran, los que inundan las pantallas de terror y miedo y cuelgan carteles en los potreros advirtiendo la presencia de menores como potenciales delincuentes y apuestan al descalabro económico de lo que construimos colectivamente desde Néstor Kirchner hasta aquí. Disparan con mensajes divisionistas al centro del proyecto nacional, popular y progresista. Buscan fracturar o al menos astillar la confianza del pueblo en su Gobierno. Pero sabiendo donde están los leales, es más fácil saber por dónde andan los que no lo son.
El camino por delante no es fácil, pero a nosotros la política nunca se nos presentó como una materia sencilla. Porque nosotros elegimos este camino, de compromiso y convicciones. Y acá esta la fuerza de nuestros compañeros y compañeras con los abrazos y las caricias en medio de un clima mediático y político de una aridez inusitada. Y vemos que en el fondo de la mirada de esa compañera que lagrimea en silencio una llamita, una lucecita vital que no se apaga y que incluso hasta parece cobrar vida a medida que van pasando las horas. Ustedes nos dan la fuerza que necesitamos. Gracias compañeros.
El desafío que asumimos de aquí en adelante no es otro que el mismo de siempre: un país en el que reine la felicidad del pueblo, el amor y la igualdad, un país con memoria, más inclusivo y más digno. Aprovechemos esta experiencia y banquémosla a pleno que, cuando quieran venir contra los intereses populares nos encontrarán mejor organizados que antes...

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